mi padre
ya no me recuerda,
no me nombra
ni me desaprueba
también mi madre
me olvidó,
ella hilvanaba palabras
a su sordera
para oir mi voz,
yo vuelvo
a los puertos
donde nos encontrábamos,
dejo indicios
de pisadas,
hago señas
de náufraga,
y ellos:
se han vaciado
de memoria,
sus pasos
ahora ligeros
los llevan lejos,
yo voy cargando
sus gestos,
sin una luciérnaga
que esparza
destellos
sobre tanta
oscuridad,
y una reproducción
de mi rostro
se deslíe
en los espejos,,,
madrugada de leerte
ResponderEliminarPatricia, te mando un abrazo muy grande.Siempre gracias,,,
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